Comunicado de la Asociación de Estudiantes de Rivas

Hoy, 29 de enero, es el día de la Paz. Como otros años, nuestras miradas podrían dirigirse, simplemente, hacia los conflictos más recientes, como suele suceder por estas fechas. De esta forma, podría centrarse este discurso en el conflicto de Gaza, en el genocidio perpetrado por Israel hacia la población civil, gente inocente que simplemente se encontró inmersa entre el fuego de dos extremismos. Pero desde la Asociación de Estudiantes de Rivas no queremos haceros llegar el mismo discurso repetitivo y sin vida de años anteriores. Por el contrario, queremos desglosar la palabra, o mejor dicho, el concepto de Paz.

¿Qué es la Paz?¿Qué es aquello que está en boca de todos y forma parte de todos nuestros pensamientos, pero que a la vez parece tan lejano, tan utópico?

Para empezar, la Paz es igualdad. La igualdad, de la que tanto se enorgullece nuestra civilización, es aun un objetivo no alcanzado. Igualdad significa mismo derechos, deberes y oportunidades para todas las personas. Igualdad es que una persona nacida, por ejemplo, en España pueda tener las mismas oportunidades y derechos que otra persona de Alemania. Aparentemente, y debido al bombardeo masivo de publicidad por parte de los mass media, esta igualdad existe, pero ahora os preguntamos, ¿realmente tienen las mismas oportunidades, los mismos derechos o los mismos deberes una persona nacida en el seno de una familia rica que la que nace en una familia pobre? ¿Acaso tendrán el mismo futuro aquellos que nacen en Sierra Leona y los que nacen en Francia? La respuesta la sabéis tan bien como nosotros, no.
Pero si no existe la igualdad tampoco existe la justicia. No puede existir en un mundo dividido cada vez en dos partes más evidentes, la rica y la pobre. No puede existir una verdadera justicia si en los tribunales no reina el imperio de la ley, sino el imperio del capital, principal diferenciador de las personas.
Y sin justicia tampoco tenemos libertad. No podemos ser libres, ni nosotros ni el resto de las personas que componen la humanidad, si no hay justicia. Si sabemos que por hacer lo mismo que otra persona cuya única diferencia con nosotros es la monetaria, pues a eso se reducen todas las demás diferencias, entonces no existe la libertad. Si los poderosos imponen su forma de vida, su dominio en definitiva, no podemos ser libres.

Así pues, para que tengamos Paz, necesitamos igualdad, justicia y libertad. Todas son necesarias, y si falta tan solo una de ellas, realmente es que carecemos de las tres. Ahora os preguntamos, ¿existe la igualdad a nivel global? ¿Existe la justicia? ¿Existe la libertad? Entonces es que no existe la Paz.

Su ausencia se manifiesta constantemente. Hace pocas semanas en Gaza, desde hace años en el Congo, en Sri Lanka. Guerras por el petróleo en Irak, guerras por gaseoductos en Georgia... Decenas de guerras por recursos, el coltán para objetos tecnológicos, como los móviles; el petróleo para controlar las energías; en Chechenia por el control de los gaseoductos... y por supuesto en Gaza, por una mezcla de odio, extremismo e impotencia

La Paz no es nuestra, pero al igual que hemos creado este mundo, podemos crear otro diferente.

Está en nuestras manos escribir el futuro.

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